Mi psicóloga un día me animó a que escribiera. Bueno, me dijo cientos de cosas pero no me acuerdo de todas. Esta es una de las que me relajan. El Jacobson ese a veces funciona y a veces no. Pero esto, y más con un café, va de lujo.

Tampoco hay que saber mucho sobre el autor, eh. Que no soy Ramón y Cajal. Treinta y demasiados que no me cunden gran cosa. Formado pero como si no. Hablo demasiado y debería escribir más. Cada vez me gusta menos la gente. Se me van los ojos con el metal. Odio el calor. Oye, pues aún salen algunas líneas.